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Las aves migratorias también son nuestras

Las aves migratorias también son nuestras

 

 

En un viaje reciente a Canadá, pude apreciar el retorno de estas aves ante la proximidad de la primavera. Algunas se adelantan y están de vuelta a fines de marzo o principios de abril cuando aun nieva en aquellas latitudes. La última nevada la pude ver el 15 de abril y algunas de ellas como las gaviotas, son suficientemente fuertes para sobrevivir a las gélidas temperaturas. El regreso de esas aves es todo un acontecimiento porque anuncia el final de invierno cuando la vida comienza a reanimarse en las calles;tambien los arboles y jardines se renuevan. En los patios, es común que las familias ubiquen vasijas apropiadas con semillas para propiciarles el alimento hasta que llegue el verano.

Las aves migratorias emprenden cada cambio de temporada  un viaje de ida y regreso en busca de un hábitat más favorable, que los humanos tenemos de privilegio de admirar y el deber de respetar y cuidar.Este trabajo de Tania Ramirez nos amplia el tema desde nuestros ecosistemas.

 

 Las Tunas.- Es mayo y miles de aves migratorias que invernaron en Cuba  remontan vuelo rumbo a las regiones del Norte, donde nacieron, para iniciar el ciclo de reproducción. No obstante, en noviembre ante la inminencia del crudo invierno regresarán a los mismos puntos de la cálida geografía de nuestro archipiélago en busca de refugio y alimentos.

Las grandes extensiones de zonas húmedas y costeras, los grupos montañosos y las extensas llanuras cubanas propician condiciones favorables para recibir a una alta diversidad de especies. Por eso, no es de extrañar que aquí se localicen las poblaciones más significativas de algunas aves del Caribe.

Entre más las abundantes en las regiones boscosas se encuentran la candelita, la señorita de monte, el zorzal gato, y varios tipos de bijirita y se destacan además algunos tipos de gavilanes y halcones.

También emigran algunas clasificadas como acuáticas. Es el caso del frailecillo semipalmeado, el zarapico blanco, la garza de rizos, el pato de la Florida, la garza de vientre blanco y la azul, por solo mencionar algunas.

Merecen protección tanto como a las autóctonas

Las aves migratorias conviven con las autóctonas compartiendo el espacio y el alimento, e intervienen en los procesos ecológicos que garantizan el equilibrio de los ecosistemas.

Las insectívoras actúan como controladoras de plagas en los cultivos. Las carroñeras, piscívoras y carnívoras ayudan en el saneamiento de nuestros hábitats, mientras que las frugívoras dispersan semillas y benefician la rehabilitación de los bosques.

El especialista de la Delegación de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, CITMA, Richar Olano dijo que “actualmente en Las Tunas se ha incrementado la práctica de cazar aves silvestres para venderlas enjauladas como mascotas. Esta forma de obtener ganancias fáciles está deprimiendo las poblaciones de muchas especies autóctonas como las cotorras y cateyes, pero también de los azulejos, azulejotes, mariposas y negritos, que aunque son migratorias, son nuestras pues aquí vienen todos los años a pasar el invierno y juegan un papel importante en la naturaleza”.

Agregó que por ello, varias aves foráneas están incluidas en los anexos I y II de la Resolución 160 del CITMA, que protege las especies de especial significación.

El hombre: el peor enemigo

La sequía, el calentamiento global, las lluvias intensas, los fuertes huracanes  y otros fenómenos naturales atentan contra la supervivencia de las aves migratorias. Pero, la acción negativa del hombre sobre el medio ambiente es la más dañina, pues el desarrollo industrial destruye los ecosistemas que sustentan su vida. A ello se suma el incremento en la actualidad de la caza ilegal de aves con fines comerciales.

El Jefe de Inspección del Cuerpo de Guardabosques de la provincia de Las Tunas, Juan Áreas Gómez  explicó que “si bien en Las Tunas no existe un gran desarrollo industrial que afecte directamente a las aves migratorias, si se puede decir que algunas actividades como la recolección de huevos y pichones de aves acuáticas y la caza y comercialización ilegal de especies de interés ornamental están afectando severamente sus poblaciones. Por eso, el Cuerpo de Guardabosques mantiene su actividad de vigilancia, especialmente en las Áreas Protegidas del territorio y cuando se detectan individuos capturando estas aves, se le decomisan y se les aplica una multa.

Como protegerlas

En Cuba la mayoría de los hábitats y regiones de alta biodiversidad se encuentran bajo el paraguas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, SNAP. En el caso de las aves, en particular, son reconocidas 28 reservas de importancia, una práctica internacional que tiene como objetivo preservar los principales nichos de este tipo a nivel nacional, regional y mundial.

En Las Tunas existen tres reservas naturales de interés nacional: Monte Cabaniguán-Ojo de Agua en el municipio de Jobabo, Bahía de Nuevas Grandes-La Isleta en Manatí y  Bahía de Malagueta en Puerto Padre, donde se desarrollan  investigaciones de campo y monitoreos de las poblaciones de aves en hábitats prioritarios, así como  planes de educación ambiental para la población que redundan en beneficio de la conservación de la avifauna cubana y migratoria.

Feliz viaje

Decenas de miles de aves de unas 224 especies cada año llegan a Cuba junto a sus hijos en buscan refugio en nuestros bosques, costas, manglares, incluso hasta en zonas urbanas. Por ello compartimos la responsabilidad de protegerlas.

El Día Mundial de las Aves Migratorias se celebra el segundo fin de semana del mes de mayo. Se trata de una fecha convocada anualmente desde 2006 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente  y otras instituciones de   protección de la naturaleza. (Tania Ramírez.  http://www.Tiempo21.cu) /mdn/

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