Nada mejor que la lectura de un buen libro
ROSA VELÁZQUEZ PEREZ
Ni lo avances de las tecnologías informáticas, ni las veloces comunicaciones, ni los más novedosos videos con sus deslumbrantes efectos especiales, han demostrado hasta ahora que podrán desplazar a ese amigo de siempre que es el libro impreso.
Desde que se inventó la escritura los antiguos nos dejaron grabados sus mensajes que hoy concitan en interés de los investigadores tratando de escudriñar en el pasado, en ese permanente afán del ser humano, de apropiarse del conocimiento y explicar sus orígenes.
Con la era moderna muchos pensaban que los medios electrónicos desplazarían a los impresos, pero por el contrario, la perfección visual o virtual no puede sustituir al material impreso al que pueden acceder un mayor número de personas.
Los lectores asiduos no pueden pasar el día sin darle al menos un vistazo al periódico, o sacar el tiempo para leer algún libro, fuente de enriquecimiento cultural y espiritual.
En Cuba, donde cada día se incrementan las publicaciones y la industria poligráfica se ha ido recuperando paulatinamente, son cada vez más los adictos a la lectura.
Por eso las Ferias del Libro, llenan de expectativas al público, que busca en la información diaria conocer las novedades editoriales.
Resulta común en los días de Feria, ver la multitud aglomerarse en torno a los locales donde se ofertan los numerosos títulos, para adquirir los favoritos, en una gama de opciones que van desde infantiles, ficción, poesía, y ensayística, entre otros.
La avidez por los libros crece cada vez más entre los lectores, que también se incrementan porque en ellos se concentra una fuente de conocimientos inagotable, y tenerlos al alcance de nuestras manos nos permite volver sobre sus páginas para encontrar nuevas aristas.
Si resulta importante para los ya avezados en la lectura, estas fiestas del libro son particularmente atractivas para los niños, a los que es preciso acercar y motivar hacia esta opción educativa y cultural que cuando se instala como hábito ya perdura por toda la vida y permite crecer no solo cultural sino también espiritualmente.
Por eso muchos tuneros participamos cada año de este acontecimiento cultural , al que se suman en cada nueva ocasión un mayor número de personas en busca de conocimiento, recreación y un modo útil de emplear el tiempo libre.
Ni lo avances de las tecnologías informáticas, ni las veloces comunicaciones, ni los más novedosos videos con sus deslumbrantes efectos especiales, han demostrado hasta ahora que podrán desplazar a ese amigo de siempre que es el libro impreso.
Desde que se inventó la escritura los antiguos nos dejaron grabados sus mensajes que hoy concitan en interés de los investigadores tratando de escudriñar en el pasado, en ese permanente afán del ser humano, de apropiarse del conocimiento y explicar sus orígenes.
Con la era moderna muchos pensaban que los medios electrónicos desplazarían a los impresos, pero por el contrario, la perfección visual o virtual no puede sustituir al material impreso al que pueden acceder un mayor número de personas.
Los lectores asiduos no pueden pasar el día sin darle al menos un vistazo al periódico, o sacar el tiempo para leer algún libro, fuente de enriquecimiento cultural y espiritual.
En Cuba, donde cada día se incrementan las publicaciones y la industria poligráfica se ha ido recuperando paulatinamente, son cada vez más los adictos a la lectura.
Por eso las Ferias del Libro, llenan de expectativas al público, que busca en la información diaria conocer las novedades editoriales.
Resulta común en los días de Feria, ver la multitud aglomerarse en torno a los locales donde se ofertan los numerosos títulos, para adquirir los favoritos, en una gama de opciones que van desde infantiles, ficción, poesía, y ensayística, entre otros.
La avidez por los libros crece cada vez más entre los lectores, que también se incrementan porque en ellos se concentra una fuente de conocimientos inagotable, y tenerlos al alcance de nuestras manos nos permite volver sobre sus páginas para encontrar nuevas aristas.
Si resulta importante para los ya avezados en la lectura, estas fiestas del libro son particularmente atractivas para los niños, a los que es preciso acercar y motivar hacia esta opción educativa y cultural que cuando se instala como hábito ya perdura por toda la vida y permite crecer no solo cultural sino también espiritualmente.
Por eso muchos tuneros participamos cada año de este acontecimiento cultural , al que se suman en cada nueva ocasión un mayor número de personas en busca de conocimiento, recreación y un modo útil de emplear el tiempo libre.
1 comentario
Hernán -
Me gustó mucho. Continauré visitándote cada vez que tenga un chance.
Felicítame a Erick y Eiker por su éxitos en la arquitectura. Salúdame a Santiago y, para ti, un abrazo
Hernán